Nunca sabré como tomarme un domingo cualquiera...
Hoy, 17 de diciembre, que soy lo que hay detrás de mí, hoy, que tengo conciencia de todo lo que sentí y aprendí, hoy, que las madrugadas arrastran las verdades por el suelo y la memoria escupe al olvido, hoy, que no podría, aunque quisiera sentir tu aliento en mi espalda.
Hoy, me permito recordarte relajando las cuerdas del pensamiento que no te dejan alejarte de mí.
Ahora las suelto y entorno la visión y el sentimiento. El presente se vuelve abstracto y ya no eres tú el depositario de mis fantasías. Ahora mis ganas de descubrir lo mancha todo, y te manchan a tí. Cojo mi caja de pinturas que está frente a un espejo. Eras azul y gris, así que también te pinté de rojo. Mi pincel te hace cosquillas y comienzas a reir.Ríes y ríes...tan fuerte, que yo también comienzo a reir, pero dejo de pintar porque ahora está lloviendo y el agua cae tan fuerte que lo está borrando todo.
Te acercas despacio y me abrazas, la lluvia sigue cayendo cada vez más fuerte. Siento el frío de fuera y la lluvia nos arranca las ropa y nos desangra. No he abierto los ojos, pero se que sólo soy huesos, que el suelo está embarrado de nuestra sangre y nuestra piel.
Ahora no sólo es lluvia lo que cae, siento resbalar por mi espalda el deseo, el deseo y la lluvia...
Comienzan a sonar los violines y se de sobra que ésto anuncia el final...
Así que abro los ojos de pronto, y no te veo ante mí.
Me acerco a los resto que dejé en el suelo y De las entrañas que la lluvia arrastró, observo que ha nacido un árbol rojo, azul y gris.
Hoy 17 de diciembre...Amanece primavera...
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