sábado, 23 de febrero de 2008

Ventana sobre las palabras IV

Llevaba más de veinte años preso, cuando la descubrió

La saludó con la mano, desde la ventana de su celda, y ella le respondió desde la ventana de su casa

Después, le habló con trapos de colores y con letras grandesLas letras formaban palabras que ella leía con largavistasElla contestaba con letras más grandes, porque él no tenía largavistas.

Y así les creció el amor.

Ahora Nela y el Negro Viña se sientan espalda contra espalda. Si uno se va, el otro se cae.

Ellos venden vino frente a las ruinas de la cárcel de Punta Carretas, en Montevideo.

-Eduardo Galeano-

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