Bastardos

Hijos del Caos
Danzad sobre la mesa y arded....que el mundo ya es madera rota.
Hijos del Caos
Me creé entre vosotros y sin embargo, es vuestra boca la que pronuncia otro nombre que no es el mío.


Hijos del Caos,
Las sombras os corrompieron por dentro. Y ya oscuros del todo, envenenasteis a nuestros hijos con vuestras fauces de estaño.

Hijos del Caos, danzo y danzo a vuestro lado, pero vuestro corazón no me toca.
Está podrido y puedo olerlo de lejos, como huelo a un ruiseñor muerto, a un banquero.

Sólo tendréis que entrar por la puerta y os veré, alargando vuestras manos como muertos vivientes, que vienen a buscarme.
Si, fui yo quien os robó las entrañas, mientras dormíais. Pensé que una vez muertos, no las necesitaríais para nada.

Ahora escucho vuestros pasos por las escaleras, pero ya no os tengo miedo.
Porque ya estáis todos muertos. Yo misma elegí vuestras lápidas, y las puse a mi lado.

Hijos del caos,
Vagáis entre la multitud embutidos en grandes coches, embadurnados en caros perfumes. Pero todo adorno es inútil, el desagradable olor que despide vuestro cuerpo, no lo tapa nada.
Y vivís grandes vidas, alquilando espaciosos barcos con extraños nombres, que nunca utilizáis, porque os da miedo el mar.
Y a veces, hasta os casáis por amor, en hermosas iglesias, con lindos vestidos blancos, con personas que pueden miraros a los ojos pero que no comprenden vuestras almas, con personas que tienen grandes barcos con extraños nombres que nunca utilizan porque les da miedo el mar.


Y yo…os odio más que a nada, y vosotros… sólo podéis amarme.