Llevo algunos días siendo un León por lo que no alcanzo a entender porque hoy me siento un Pez.
Me encanta echarle a la gente la culpa de mis miserias, y cuando no me quedan miserias ni culpas, recurro a ti.
Hace poco me dijo un amigo, mitad loco,mitad genio del mal, que al pasado sólo debemos acudir para coger impulso y que cuando los círculos no se cierran es mejor salir de ahí…
“Sacas primero la pierna izquierda y pones un pie en el suelo, cuidado de no pisar el jardín, y después sacas la pierna derecha, te sacudes la arena y ya estás fuera”
Pero es difícil un salto mortal al vacío cuando te has agotado hasta el cansancio…cuando vas reptando porque no crees en ti, y te conviertes en una serpiente con piel de dragón…
LEÓN-SERPIENTE-PEZ-DRAGÓN
Y eres capaz de cerrar el museo porque a nadie le interesa el cuadro de Boticelli y te da igual que el pintor de Masachuset venga a verlo, haciendo escala en Berlín y en Logroño aunque sea sólo para admirar la poesía de los matices…
Tú lo cierras y punto…
Así de pronto…
Los hay que están locos y el museo cerrado…
La lluvia resbala y el museo cerrado…
El pintor se moja y el museo cerrado…
¡Que os den por culo cabrones insensibles al arte, meterse en el círculo y reventad, pero cerrarlo por dentro…!
Ahora sin tener que preocuparme porque alguién mire el cuadro, me paro a observarlo. Me siento en silencio, en la oscuridad, con mi daisho en el suelo…
Mis lágrimas mojan su hoja afilada y en su acero, se refleja la luna y es el ángel quien quiere pintarme y me pinta en el cielo…
ahora que el cielo es el lienzo y mi sangre pintura…
yo me dejo…
¿Sabes lo que he tardado en darme cuenta que el cuadro soy yo?
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