jueves, 9 de agosto de 2007

La Maga


Vos... -dijo Oliveira mirándola colérico, y se interrumpió para abrir la cerveza con un golpe de la mano contra el borde de una silla. Estaba viendo con tanta claridad un boulevard bajo la lluvia, pero en vez de ir llevando a alguien del brazo, hablándole con lástima, era a él que lo llevaban, compasivamente le habían dado el brazo y le hablaban para que estuviera contento, le tenían tanta lástima que era positivamente una delicia. El pasado se invertía, cambiaba de signo, al final iba a resultar que La Piedad no estaba liquidando. Esa mujer jugadora de rayuela le tenía lástima, era tan claro que quemaba.

sangre en las venas


te digo y me decís


y nuestro pulso, cruel detractor de barbaries


que no conocimos, perpetuo carnaval que se nos


aparece junto a los ojos...




felina, la mujer-pez se acerca y me acaricia, me mima


con sus palabras escritas en un viento cambiante,


que acompañó la mutación del mar, el cambio de estaciones sagrado...




y saber que cada vez falta menos, que nuestra época


todavía no ha comenzado, y que inventaremos historias


hermosas con finales tristes en alguna habitación


vacía, que nos tendrá como únicos habitantes




y treparemos a las paredes


y dejaré que me mates


para matarte luego yo


y quizás nos encontremos una noche de lluvia,


y contemplaremos, seremos los testigos de esto que


no me ánimo a definir como historia, libro o mandala,


nuestra hermosa y maldita carcel kármica que supimos


conseguir...


no le hagás caso a mi voz...


vos sos la verdadera voz, la palabra, el designio...


yo soy el dibujo, la imagen vista desde lejos, ese que se te


acercará, te devolverá tu corazón de cristal después


de tanto tiempo, y te abrazará, te besará y te


invitará a nadar contra la corriente a su lado para


siempre...




el milagro de los colores


tu pelo, mitad


hermosa cara para ser dibujada


voy a desterrarte infinitamente de tu cárcel,


vos no estás hecha para seguir formando parte de


colecciones, de listas aleatorias y humanas...




somos culpables de la eternidad, Maga...la


palabra maldita te encierra, a mi también...vos sos la


Maga que me encontró, yo soy el Leandro que un Mayo te


quiso dibujar...




estamos rompiendo las leyes de la identidad


convencional, estamos destrozando las imaginarias


barreras de espacio y tiempo, nunca creimos en las


distancias ni en los mares premonitores...aunque se


que aún existe un miedo...se que la entrega tendrá que


ser absoluta, o no servirá para nada que hayamos


engañado a los relojes...


perfecta musa para este pintor de muñecos desnudos cuando nos veamos de nuevo


detendremos los relojes, y permaneceremos eternamente en ese primer día, nuestro libro


nunca dejará de comenzar, nos sorprenderá con las metáforas de las que formaremos parte...la


penúltima canción continuará sonando... vamos a enterrar a nuestros yo equívocos quiero


equivocarme de nuevas maneras a tu lado poeta maldita, dama asesina, princesa vampira,


mujer, mujer-pez, ojos de gata, Maga, mi error más hermoso o mi hermosura más errónea...


preparemos las alas, mitad... vas a ver que los peces pueden volar...

sé que lo sabés, Maga...se nota en tus naturalidades, en la forma de caminar, en la manera de


alzar la vista irónicamente, la mayoría confunde ese gesto con ingenuidad, yo lo entiendo, yo soy


la Maga, la no-Maga, la coraza, el cigarrillo en lugar de la metáfora, el deseo de dejar de existir, el deseo de empezar a existir...

-Che, te estás poniendo metafísico y viejo, L.-sonrió entre dientes, luego de decir por segunda


vez esa oración, en apariencia inocente y hasta jocoso, pero sabiendo ( o sin saber) que era eso...


que era verdad...


Fragmento de Rayuela

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