viernes, 6 de julio de 2007

Oda a la crítica

Yo escribí cinco versos:
uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso era corto como un relámpago
y al escribirlo me dejó en la razón su quemadura.
Y bien, los hombres, las mujeres,vinieron y tomaron
la sencilla materia,brizna, viento, fulgor, barro, madera
y con tan poca cosa construyeron
paredes, pisos, sueños,
En una línea de mi poesía
secaron ropa al viento.
Comieron mis palabras,
las guardaron junto a la cabecera,
vivieron con un verso,
con la luz que salió de mi costado.
Entonces, llegó un crítico mudo
y otro lleno de lenguas,y otros,
otros llegaron ciegos o llenos de ojos,
elegantes algunos
como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente vestidos de cadáveres,
algunos partidarios del rey
y su elevada monarquía,
otros se habían
enredado en la frente
de Marx y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses, simplemente ingleses
y entre todos se lanzaroncon dientes y cuchillos,
con diccionarios y otras armas negras,
con citas respetables,
se lanzarona distupar mi pobre poesía
a las sencillas gentes que la amaban:
y la hicieron embudos,la enrollaron,
la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron con suave benignidad de gatos,
la destinaron a envolver relojes,
la protegieron y la condenaron,
le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieron un pequeño paquete
que destinaron cuidadosamente a sus desvanes,
a sus cementerios,
luego se retiraron uno a uno enfurecidos hasta la locura.
Porque no fui bastante popular para ellos
o impregnados de dulce menosprecio
por mi ordinaria falta de tinieblas,
se retiraron todos y entonces,otra vez,
junto a mi poesía
volvieron a vivir mujeres y hombres,
e hicieron fuego,construyeron casas,
comieron pan,se repartieron la luz y en el amor
unieron relámpago y anillo.
Y ahora, perdonadme, señores,que interrumpa este cuento
que les estoy contandoy me vaya a vivir
para siempre con la gente sencilla.

Pablo Neruda

2 comentarios:

Zimmerman dijo...

"Las cosas de neruda", cuando te vea te lo dejare.

Elka dijo...

Yo ya os estoy esperando aquí...desde hace semanasss