Y destruir lentamente cada uno de los hilos invisibles que me cubren,y que el color azul se vuelva negro o tal vez ni siquiera fuera azul un día, y siempre haya sido negro aunque yo me empeñe en echarle color a pincelazos y nadie se de cuenta...
Sin dueño, ni hilos, ni patria y con las manos manchadas de silencio caminé sin rumbo encontrando un árbol sin sombra y quise trepar a lo alto, pero en las copas no había hojas, sólo ases trucados...quise alcanzarlos y resbalé cayendo en un río.
Sentí una profundidad inmensa y cuando mis pulmones se llenaban de agua mansa, empecé a flotar, y las corrientes circulares me llevaron lejos, lejos de mí y me acercaron a tu orilla.
Pero tu orilla estaba nevada de agua turbia y aunque pisé con tanta fuerza que creí helarme los pies, mis pasos desdibujaban los tuyos, y me perdí en la inmensidad del blanco más puro y me cegó los ojos.
Ahora que los ojos duelen y siento frío y que una escarcha de azufre cubre mis labios, no tengo miedo. Todo el miedo que tenía se diluye ante mis ojos. Lo cojo con mis manos y lo miro a la cara.A lo lejos parecía un miedo más hermoso pero ante mí se hace muy pequeño y me dice lo poderosa que soy y yo lo creo. Aún así, sé que me está engañando, porque ningún miedo se siente pequeño ante nadie.El miedo se acerca y se arrodilla ante mí...Levántate Fobo, Yo soy Elpis, diosa de la esperanza, me encontraste apresada en irrompible cautiverio bajo los bordes de la jarra de Pandora... ¿de verdad creíste que podrías acabar conmigo? no llores miedo y abrázame...
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